Por qué hombres y mujeres viven el estrés de forma diferente y cómo gestionarlo
En el día mundial de la conciencia sobre este trastorno, los estudios han determinado que ambos géneros no reaccionan igual. Mientras que ellas tienen respuestas rápidas e intensas, ellos pueden no identificar el factor estresante. La opinión de los expertos
Las mujeres pueden experimentar respuestas al estrés más rápidas, intensas y prolongadas que los hombres, lo que contribuye a una mayor prevalencia de trastornos basados en el estrés entre ellas, como el estrés postraumático y la depresión (Imagen ilustrativa Infobae)
Estamos sujetos diariamente a esta sensación de que se despierta en el organismo y que es la forma en que el cerebro y el cuerpo responden a un desafío o exigencia. Es el momento en el que el organismo libera ciertas hormonas para controlar el funcionamiento de las diferentes partes del cuerpo con el objetivo de que se encuentre en alerta y listo para actuar. Sin embargo, el estrés tiene una correlación en el cuerpo, como es el aumento de la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. Pese a que no todo es malo, cuando dura mucho tiempo puede dañar la salud.
Betsy Holmberg, psicóloga y doctora en Psicología de la Universidad de Duke, explicó en un artículo de Psychology Today, que los trastornos basados en el estrés, como el estrés postraumático y la depresión, son más comunes en mujeres que en hombres y que, neurológicamente, las mujeres pueden tener respuestas al estrés más rápidas, largas e intensas que ellos.
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Pero, ¿a qué se llama exactamente estrés? La doctora Laura Maffei (MNº 62441), médica endocrinóloga especialista en estrés explicó a Infobae: “Es la respuesta fisiológica, conductual y psicológica que comúnmente utilizamos para afrontar y adaptarnos a las diversas demandas del día a día”.
En ese sentido, recordó la doctora Sonia Lupién, fundadora del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano, define al acrónimo C.I.N.E como las características que debe tener una situación para desencadenar un aumento de las hormonas de estrés:
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- C: Pérdida de control
- I: imprevisibilidad
- N: Novedad
- E: Afectación del ego
Por su parte, la licenciada Analía Tarasiewicz (M.N. 57898), psicóloga egresada de la Universidad de Buenos Aires, especializada en problemas del trabajo, posgrado en Marketing estratégico y negocios y coach laboral, señaló a Infobae: “Es una compleja interacción entre cuerpo, mente, emociones que puede manifestarse a través de desbalances o síntomas físicos, emocionales y/o cognitivos. Puede ser un aliado para salir eficientemente de situaciones complicadas o afrontar nuevos desafíos laborales. Sin embargo, cuando el estrés es crónico o abrumador, puede tener efectos negativos en la salud y en el desempeño laboral”.
Según expresó la licenciada Gabriela Martínez Castro (MN 18627), directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), en una nota reciente, luego de la pandemia, el estrés y la ansiedad intrafamiliar se incrementaron notablemente: “Familias completas, y a las mujeres primordialmente, de por sí más propensas a sufrir estrés, han aumentado los niveles, según las consultas”.
Así, las mujeres suelen ser víctimas del estrés con mayor frecuencia. En ese tono, la psicóloga Holmberg señaló incluso en su artículo que cuando un hombre no se estresa tanto como una mujer por determinada situación, esto puede hacer que ella se estrese aún más.
“Las mujeres a menudo perciben la falta de estrés de un hombre como una decisión de no preocuparse, cuando en realidad es posible que sus cerebros no lo ‘registren’. Un ejemplo, como el de preparar valijas antes de un viaje, puede evidenciar como el hombre podría notar que la mujer se estresa más fácilmente que él y ayudarla con las tareas. La mujer, por otro lado, puede considerar que él no está eligiendo que no le importa la situación. Apreciar nuestras diferencias y apoyarnos mutuamente en consecuencia puede ser de gran ayuda”, concluyó la investigadora.
La licenciada Tarasiewicz, consultada por las diferencias entre mujeres y hombres al reaccionar ante el estrés en el trabajo, respondió: “Si bien la respuesta al estrés puede variar ampliamente entre personas, no es una cuestión de género sino humana y existen algunos patrones generales en la forma en que hombres y mujeres enfrentan el estrés laboral”.
Y describió cuáles son esas diferencias: “Al experimentar estrés en el trabajo, las mujeres tienden a buscar más contención, a verbalizar más, a buscar apoyo social y emocional. Por otro lado, los hombres pueden recurrir más a estrategias de afrontamiento centradas en la solución de problemas y para ir luego hacia las emociones”.
Sin embargo, la psicóloga aclaró que no todos los casos son así y “dependerá de cada modo de afrontamiento, creencias limitantes, modelos mentales, crianza, experiencias pasadas entre otros que formaron esta respuesta y sus patrones”.
Las diferencias
En ese sentido, Holmberg explicó: “Por ejemplo, el locus coeruleus (LC) es uno de los centros de estrés del cerebro. Un estudio del Hospital Infantil de Filadelfia encontró que en respuesta a una prueba de esfuerzo de presión arterial, las neuronas LC femeninas se activan más rápido que las de los hombres”.
Además, al puntualizar en un estudio basado en un modelo animal (ampliamente utilizado en la ciencia como punto de partida para diversas investigaciones) señaló: “Las ratas hembras también tienen más receptores para neurotransmisores relacionados con el estrés que las ratas macho, y sus neuronas no eliminan los neurotransmisores de las sinapsis tan rápidamente como lo hacen los machos, lo que significa que una reacción al estrés dura más en las hembras que en los machos”.
Por otro lado una nueva investigación, publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, basa en las hormonas esta diferencia de género en el afrontamiento del estrés. La nueva investigación de la Universidad de California en Davis identificó cambios en el cerebro durante la pubertad que pueden explicar las diferencias en cómo las mujeres y los hombres responden al estrés.
La doctora Holmberg, en coincidencia, expresó que las hormonas sexuales también desempeñan un papel: “La testosterona inhibe las respuestas al estrés y el estrógeno sensibiliza el sistema del estrés. Dado que los niveles de estrógeno aumentan y disminuyen a lo largo del ciclo menstrual, las mujeres experimentan una mayor variabilidad en su reactividad en respuesta al estrés. Hay momentos en los que las mujeres pueden sentirse estresadas con facilidad y otros en los que se ven menos afectadas”.
“En general, estos resultados implican que las mujeres pueden tener respuestas al estrés más rápidas, mayores y más prolongadas que los hombres”, añadió la experta. Por lo tanto, investigar estas diferencias es un tema que cada vez se está estudiando más, porque los hallazgos podrían conducir a una mejor comprensión de las enfermedades afectadas por el estrés crónico, como la ansiedad, la depresión y mejorar la forma en que cada sexo apoya al otro en los tiempos difíciles.
Cómo enfrentar el estrés
La doctora Maffei explicó que la clave de estresarse no se halla tanto en el estresor (la situación que da origen al estrés), sino en cómo se lo experimenta: “Es decir, cuál es nuestra percepción tanto del estímulo como de los recursos de los que disponemos para hacerle frente. Ambos aspectos son determinantes para que nuestro estrés se dispare o mantengamos la calma”.
Además, aclaró que “al hablar de situaciones estresantes, estas pueden tener connotaciones negativas, como un despido laboral o un divorcio; y también a momentos que tienen un carácter positivo que también pueden estresar, como casarse o comenzar en un nuevo trabajo”. Por eso, se suele hablar del “estrés bueno” y “malo”. Y agregó que una apropiada gestión del estrés empieza por conocer e identificar las fuentes que lo originan: “Lo que en principio parece fácil puede no serlo, ya que los estresores no siempre son evidentes y nos acompañan día a día, sin darnos tiempo a veces para recuperarnos”.
Por su parte, Tarasiewicz remarcó que controlar el estrés en el trabajo implica una combinación de estrategias centradas en la persona y cambios en el entorno laboral: “Lo que hacemos es observar si las causas son temas ocupacionales, vocacionales, de falta de marco, skills, tareas, liderazgo, o falta de claridad en las condiciones”.
En el ámbito personal, la psicóloga recomendó adoptar estrategias para manejar el estrés y promover un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal: “Además de mantener una buena higiene del sueño y una alimentación equilibrada, es importante realizar cambios en la rutina diaria. Esto incluye fomentar nuevas formas de relacionarse con el trabajo y las personas”.
“Recomiendo técnicas complementarias de manejo del estrés, como la respiración profunda, la meditación, el ejercicio regular y la participación en actividades placenteras. También enfatizo la importancia de establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, y de buscar apoyo cuando sea necesario”, expresó.
“Como psicóloga del trabajo considero que abordar el estrés laboral de manera efectiva requiere un enfoque integral que comprenda las necesidades individuales y las dinámicas del entorno laboral. Al adoptar estrategias proactivas y buscar el equilibrio adecuado, es posible transformar el estrés en una oportunidad para el crecimiento personal y profesional”, concluyó Tarasiewicz, quien además diseñó un método que lleva su nombre.
Cómo poner las hormonas del estrés bajo control
La doctora Maffei explicó que cuando las hormonas del estrés permanecen elevadas de manera constante, el sistema de regulación se perturba y se suscita una producción inadecuada de hormonas de estrés (cortisol y adrenalina) provocando alteraciones emocionales como cansancio, depresión, ansiedad, falta de motivación.
Y continuó: “También podemos evidenciar alteraciones físicas como diabetes, aumento de peso, infartos, accidentes cerebro vasculares, dermatitis, enfermedades autoinmunes o malignas, susceptibilidad a las infecciones, entre otras”. Algunos consejos de la doctora para recuperar el buen funcionamiento de las hormonas del estrés son:
- Practicar actividad física. Mover el cuerpo regula el cortisol, mejora el estado de ánimo estimulando el antidepresivo natural, la serotonina, y la oxitocina, la hormona antídoto del cortisol.
- El abrazo estimula la secreción de oxitocina (también llamada la hormona del amor o del abrazo).
- Ser solidario. El denominado “efecto madre Teresa” o simplemente las acciones solidarias no solo ayudan al prójimo, sino que contribuyen a regular el cortisol propio.
- Practicar respiraciones profundas: ayuda a regular el cortisol y, de esta forma, el cerebro recibe el mensaje de que está todo bien; por lo tanto, da la orden de suspender la secreción de cortisol.
- Hacer recreos. Los que practican el teletrabajo deben realizar pausas activas, mover el cuerpo, caminar y reírse. Todo esto ayuda a mantener estable los niveles de cortisol.
- Pensar en soluciones posibles. Hacer varios planes ante una misma dificultad. Encontrar diferentes posibilidades optimizará los niveles de cortisol y brindará una mejor calidad de vida.
- Otras herramientas alternativas pueden ser el Coaching, para destrabar situaciones o procesar emociones, también la terapia cognitivo conductual o el biofeedback.
“Identificar nuestras fuentes de estrés permitirá ser mucho más conscientes de cómo nos afectan determinados estresores; y, en consecuencia, tener la capacidad de elegir las estrategias adecuadas para afrontarlos. Las hormonas de estrés en su nivel óptimo son las mejores herramientas para conseguir y preservar nuestro bienestar físico y psicológico. ¡Probemos de optimizarlas!”, recomendó la además directora del Maffei Centro Médico