Promover la salud mental en el trabajo implica desarrollar diversas estrategias. Desde programas de asistencia al empleado hasta la flexibilidad horaria, las empresas pueden crear entornos laborales más saludables y reducir el estrés laboral.
El cuidado de la salud mental en el ámbito laboral es necesario para el bienestar de los equipos y la productividad de las empresas. La promoción de un equilibrio entre la vida laboral y personal se logra mediante políticas flexibles de horarios y la posibilidad de trabajo remoto, que permiten a los trabajadores administrar mejor su tiempo y reducir el estrés asociado con las responsabilidades laborales.
De esta manera, si se genera un clima de trabajo positivo y de apoyo, los trabajadores fomentarán una cultura de respeto y reconocimiento, donde los logros de los empleados serán celebrados y las contribuciones individuales valoradas. Esto no solo aumenta la moral, sino que también ayuda a construir una comunidad laboral.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
En el contexto laboral, la salud mental se refiere a un estado de bienestar que permite a los empleados ser conscientes de sus aptitudes, manejar el estrés inherente a su puesto de trabajo, mantener su productividad y contribuir con la empresa sin descuidar su propio desarrollo personal.
El médico especialista en psiquiatría, fundador y director de Red Sanar Psicoeducativa para la salud Mental, Roberto Re, enfatiza la importancia de un equilibrio entre las demandas laborales y el bienestar personal.
El doctor Re recomienda contruir un “Yo” fuerte que adquiera una sana autoestima y una valoración positiva para enfrentar las demandas externas, como las laborales y ambientales, así como las heridas emocionales.
Para alcanzar este equilibrio recomienda el entrenamiento de la voluntad para transformar emociones disfuncionales en una emotividad positiva, así como el desarrollo de virtudes y fortalezas personales.
Además, el psiquiatra remarca que los empleados deben esforzarse en desarrollar relaciones sociales positivas y aprender a disfrutar de los logros obtenidos. Este enfoque fortalece la resiliencia personal, mejora la calidad de vida y el bienestar general. “La capacidad de contemplar, compadecer y trascender hacia los demás es una habilidad clave que contribuye al equilibrio emocional y a la salud mental”, agrega.
Problemas de salud mental en el trabajo
Reconocer los signos de problemas de salud mental en el entorno laboral es fundamental para ofrecer el apoyo necesario a los empleados afectados. Según el Dr. Re, los síntomas más comunes pueden clasificarse en varias categorías:
- Ámbito físico: se observan agotamiento, cefaleas, hipertensión arterial, colon irritable, y pérdida o aumento de apetito.
- Emocional y cognitivo: los individuos pueden experimentar temor, inseguridad, pérdida de memoria, pensamientos negativos y ansiedad. Los síntomas emocionales fisiológicos incluyen sudoración, palpitaciones, tensión muscular, mareos y sequedad de boca. También, se puede observar evitación o temor, conductas adictivas, llanto, inhibición o parálisis, y desesperación.
- Mental: se presentan propensión a errores y accidentes, bloqueo mental, dificultad para concentrarse, hostilidad y excitabilidad.
- Problemas sociales: pueden manifestarse en ausentismo laboral, bajo desarrollo personal, insatisfacción, aislamiento social y expectativas exageradas.
- Dificultades valóricas: incluyen incapacidad para decidir, falta de sentido vital, pérdida de autoconfianza, actitudes rígidas y comportamiento socialmente irresponsable.
- Espiritual: los signos pueden ser pérdida de la paz espiritual, pérdida de la cosmovisión trascendente y descentramiento de la vida. Identificar estos síntomas es esencial para intervenir oportunamente y fomentar un entorno laboral saludable.
Por su parte, Analía Tarasiewicz, psicóloga del trabajo, indica que es muy importante saber identificar cuando una persona está presentando signos de alerta que indiquen posibles problemas de salud mental. “Reconocer estos indicadores es fundamental para que las organizaciones puedan intervenir de manera efectiva, ofreciendo el apoyo necesario para mejorar el bienestar de los empleados y prevenir problemas más graves”, comenta la profesional.
Empresas: prácticas para promover un ambiente de trabajo saludable
La implementación de programas de bienestar y salud mental es una práctica recomendada. Estos, pueden incluir sesiones de mindfulness, y acceso a recursos como líneas de ayuda psicológica.
“Los programas sobre salud mental son fundamentales para las empresas que buscan crear un ambiente de trabajo saludable. Talleres de gestión del estrés, concentración y respiración, así como sesiones sobre resolución de conflictos y comunicación no violenta, son especialmente beneficiosos.
Además, los programas de liderazgo que incluyan módulos sobre salud mental y bienestar ayudan a preparar a los líderes para manejar mejor sus propios desafíos emocionales y los de sus equipos”, menciona Tarasiewicz.
También sugiere el uso de coaching laboral para casos específicos que necesiten desarrollo y sesiones de psicología laboral como parte de las iniciativas de salud mental. Es importante que las empresas fomenten la comunicación abierta y honesta, incluyendo la posibilidad de que los empleados expresen sus preocupaciones sin temor a represalias.
El Dr. Re destaca la importancia de la resiliencia en el entorno laboral como una herramienta esencial para enfrentar situaciones de adversidad y crisis. Esta, según el psiquiatra, es la capacidad de un individuo o grupo para adaptarse efectivamente a circunstancias desafiantes utilizando recursos internos de ajuste y afrontamiento, ya sean innatos o adquiridos. Para fomentarla, las personas deben enfocarse en tres pilares fundamentales:
- Establecer vínculos amorosos y significativos
- Respetar y promover un marco normativo claro
- Brindar un sentido de propósito y dirección a sus empleados
“Las empresas deben implementar factores protectores para prevenir problemas de salud mental entre sus empleados. Entre estas estrategias se encuentran el fomento de la autoestima, la práctica de técnicas de relajación y meditación, y la promoción de la resolución de conflictos de manera asertiva”, explica Re.
Además, explica que es importante alentar estilos de vida saludables y proporcionar psicoeducación para ayudar a los empleados a reestructurar cognitivamente sus percepciones y actitudes. Estas medidas no solo mejoran el bienestar mental, sino que también contribuyen a un entorno de trabajo más productivo.
Apoyo psicológico profesional dentro de las empresas
La inversión en apoyo psicológico demuestra un compromiso tangible con la salud mental y emocional de los trabajadores, promoviendo un ambiente donde el bienestar es tratado con seriedad y prioridad.
Según Tarasiewicz, este tipo de inversión no solo previene problemas de salud mental más graves, sino que también fomenta un entorno laboral más positivo y productivo. Al valorar y atender la salud mental, las empresas contribuyen a la creación de un espacio laboral donde los empleados se sienten apoyados y motivados, lo que repercute positivamente en su desempeño y satisfacción general.
“Contar con estos servicios dentro de las empresas es fundamental para ayudar a los empleados a manejar el estrés y los desafíos emocionales. Esta intervención profesional no solo facilita la identificación temprana de problemas como la depresión o la ansiedad crónica, sino que también asegura una derivación adecuada cuando es necesario”, explica Tarasiewicz a POST.
Al invertir en el bienestar mental de su equipo, las empresas no solo mejoran la calidad de vida de los trabajadores, sino que también refuerzan el compromiso y la eficacia general en la organización, asegurando así un éxito sostenido en el tiempo.