El cierre del año trae consigo una carga de estrés producida por una agenda cargada de compromisos y la presión por alcanzar los objetivos proyectados, en medio de un contexto de incertidumbre que agrava la situación. Los consejos de los especialistas.
Se aproxima el final del año y, con ello, el estrés de los últimos días del calendario laboral, que realza el agotamiento típico de esta época. «Estar quemado» se convirtió en una frase que describió el estado de ánimo de los argentinos durante todo este 2023, un año atípico y complejo, pero una expresión que se escuchó más aún en los últimos meses, donde el contexto macro, con elecciones y cambio de gobierno mediante, incrementaron esta sensación.
La sobrecarga de trabajo y la exigencia para cumplir con todo a último momento hace que los empleados sientan la presión de terminar las tareas que quedaron pendientes esta semana y que no se llegaron a completar. A eso se suma que muchas empresas cortan sus operaciones en enero para dar vacaciones a sus trabajadores, por lo que se vuelve imprescindible correr estos últimos días.
«La presión por cumplir objetivos y cierres anuales incrementan las expectativas sociales y la revisión del año sobre logros y fracasos aumentan los síntomas de trastornos como el burnout», analizó Analía Tarasiewicz, psicóloga especialista en trabajo y directora de la consultora Trabaja Mejor.
«Cuando están ‘quemadas’, las personas sienten agotamiento mental que afecta su vida y trabajo. A nivel físico, se puede experimentar fatiga extrema, dolores de cabeza recurrentes, insomnio, aumento de peso y tensión muscular. Emocionalmente, se manifiesta en cambios en el estado de ánimo, aumento de la ansiedad o depresión, falta de motivación y distanciamiento afectivo. También tienden a faltar más al trabajo, expresan sus emociones de manera intensa, enfrentan conflictos interpersonales, y sufren episodios de llanto sin causa aparente y les cuesta concentrarse en sus tareas diarias«, describió los síntomas Tarasiewicz, quien también es creadora del ‘Método Tarasiewicz’.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a este síndrome como «el resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito.» En la última encuesta que realizó el portal de empleo Bumeran sobre esta temática, la cantidad de argentinos que dice sufrir el síndrome de «estar quemado» pasó de un 81% en 2021 a un 94% este año. Si bien la tendencia afecta a otros países de la región, la Argentina presenta los índices más altos: en Chile, repercute a un 91% de la población, en Ecuador a un 83%, en Panamá a un 78% y en Perú a un 77%.
La estadística muestra que en el 56% de las empresas no hacen nada para combatir el problema. Solo un 28% dijo que brindan ayuda emocional y un 5% ofrecen acceso a servicios de salud mental. «Las personas se enferman cada vez más, se toman más licencias, hay más rotación y menos talento disponible. Hay mucho por hacer tanto a nivel organizacional como personal«, analizó Tarasiewicz.
En ese sentido, los especialistas apuntan que las organizaciones deben trabajar en programas de prevención de salud mental laboral; incluir y accionar cuando un colaborador empieza a tener síntomas incipientes de estrés, agotamiento o depresión; capacitar a los líderes; y comprender que las recetas aplicadas hasta ahora fueron ineficaces en su mayoría.
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó que «con el ojo puesto en el bienestar de sus equipos, las empresas están cada vez más atentas a los indicadores de salud, el clima interno y la carga de trabajo que se da en esta época del año, buscando ayudar a los trabajadores para que puedan reducir el estrés laboral y alcancen un sano equilibrio entre vida profesional y laboral».
«En este punto, el rol de los líderes y mandos medios resulta indispensable para detectar cualquier signo de agotamiento dentro de sus equipos y actuar a tiempo, frente a un tema que debe ser tratado por profesionales de la salud», recomendó, y destacó: «Es importante estar alerta, especialmente en esta época del año y frente al contexto de incertidumbre que suma la coyuntura económico«, agregó Ávila.
Consejos para sobrellevar el bornout de fin de año
Para mitigar el agotamiento laboral, a nivel personal los expertos recomiendan aplicar el uso de herramientas que servirán de ayuda, como estas 10 estrategias:
1. Recordar que «me tengo a mí«: es importante tener presente que fue uno quien llegó hasta acá y que seguramente hubo momentos críticos a lo largo de la vida que se superaron en distintas oportunidades. Capitalizar esa información frente a los obstáculos y reconocerse resiliente es un valor y un concepto que ayuda a afrontar el problema.
2.Balancear la vida personal con el trabajo: es clave aprender a decir «no» y establecer límites claros entre la carga laboral y los compromisos personales, sin sobreexigirse demasiado, especialmente en situaciones donde la presión es autoimpuesta.
4. Encarar una organización: planificar con anticipación las tareas y establecer prioridades a la hora de realizar distintas cuestiones, dándole relevancia a lo más urgente, es fundamental para reducir el estrés de fin de año.
5. Aprender a delegar tareas: uno de los grandes motivos por los cuales se llega al burnout es por asumir más responsabilidades de las que uno es capaz de abarcar. Es necesario aprender a delegar tareas y a registrar cuando no se va a poder cumplir con todo lo que se pide. Hay que perder el miedo a exponer esta situación y es aconsejable fijar objetivos razonables, que sean alcanzables.
6. Tomarse descansos regulares: incluso en momentos de mucha ocupación, hay que tomarse el tiempo para hacer un corte, descansar y recargar energía. Los breves momentos de relajación marcan la diferencia y dan impulso para seguir adelante.
7. Establecer una comunicación abierta: hablar con líderes e integrantes de los equipos sobre los límites y preocupaciones es crucial. Una comunicación clara y sincera puede conducir a encontrar soluciones conjuntas y apoyo que reduzcan la presión.
8. No olvidar el cuidado personal: preservar la salud física y mental es relevante en estas fechas, en donde se cometen excesos. Esto incluye dormir lo suficiente, mantener una dieta equilibrada, evitar la ingesta desproporcionada de alimentos y alcohol, y practicar técnicas de manejo del estrés como meditación o actividad física.
9. Buscar apoyo social: mantener la red de contención con amigos y familiares es clave para no sentirse solo y estar acompañado, compartiendo las preocupaciones y las emociones que se presenten.
10. De ser necesario, recurrir a ayuda profesional: si el burnout afecta de sobremanera y estas herramientas de base no funcionan, es sugerible ir por la ayuda de un psicólogo clínico especializado en temas de trabajo que pueda analizar el caso específico. Es vital no quedarse solo, sino expresar lo que a uno le pasa.